Quiéreme
así,
sin
medidas, sin sosiego,
sin
descanso para mi alma,
sin
apartar nuestros oscuros ojos.
Sin
separar nuestros blancos cuerpos.
Quiéreme
así,
háblame
de ti,
de
la herida, de la fisura,
tus
diez años atados
que
dejó tu turbio pasado.
Quiéreme
así
y
abrázame con el sentimiento,
y
con la certeza del último día,
el
último minuto y los últimos segundos.
No
dejes mi alma en vilo
vagando
en la soledad de mi habitación.
Quiéreme
así,
sin
rencores, sin aspavientos,
sin
espadas, ni de espaldas,
con
la ilusión y la determinación
de
la inocencia de un niño.
Quiéreme
así,
sé
flor flotante
en
mi ánfora llena de licor,
dulce
beso perenne en mis labios,
aire
ácido que invade y sacia
mi
reseca garganta.
Quiéreme
así.
No
me abandones más.
Quiero
ser la cereza prisionera
que
saboreas entre tus labios
en
noches de luz de candelabros.
No
me dejes con el corazón
tras
la cortina de fuego devorador,
quiero
tu lluvia
que
me apaga la sed,
me
sacia, me llena,
y
afianza mis raíces
llenando
de nuevos brotes
mi
tejido vascular.
GuillemSenent. 03/06/2012. Todos los derechos reservados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario