de la tierra vengo,
eterna canción
de un mediterráneo inmenso.
Como aquella luz de primavera
es mi mirada la que se alza
cuando solitaria te veo caminar.
Como del color que visto
así transcurre mi vida,
soy el avasallador tórax
en el cual descansa tu rostro.
Y al llegar las sombras
me encadeno de raíz a ti,
cierro los pétalos, y al ave
dejo marchar.
GuillemSenent 9/10/1991
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